La eliminación de toda la suciedad y los contaminantes de la piel es
de suma importancia. Las manos y otras partes del cuerpo sucias deberían
limpiarse al menos al final de la jornada laboral, antes de los
descansos o cuando acudimos al servicio.
El método correcto de limpieza también es importante. Desarrollar una
técnica adecuada para el lavado de manos es imprescindible para
asegurarse de que las manos están completamente limpias. Se debe prestar
especial atención al dorso de las manos y a las yemas de los dedos, ya
que se olvidan con frecuencia.
Es habitual mojarse las manos antes de aplicar una dosis de jabón en la
cuenca de la mano; sin embargo, si se tienen las manos muy sucias es
recomendable aplicar el limpiador de manos específico apropiado
directamente sobre la piel antes de mojarlas. En todo caso, es
importante seguir las instrucciones recomendadas por el fabricante.
Siempre se debe secar bien la piel para evitar que se agriete,
especialmente cuando hace frío. Siempre debe tener a mano toallas
limpias; las toallas sucias exponen la piel a más suciedad y existe
riesgo de infección. Lo ideal sería utilizar toallas de un solo uso, ya
que con el uso de toallas compartidas cabe la posibilidad de una
contaminación.
Técnica para el lavado de manos
Está aceptado de forma generalizada que existe una técnica correcta
para el lavado de manos y diversos estudios realizados por todo el mundo
demuestran que unos buenos hábitos de higiene de las manos pueden
reducir las enfermedades, el absentismo laboral por enfermedad y los
costes asociados hasta un 40%.
Sin embargo, numerosos estudios siguen demostrando que no se cumple con el procedimiento correcto para el lavado de manos.
tomado de: http://www.debgroup.com/es/learning-zone/handwashing-technique/correct-hand-washing-technique
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